Farmacovigilancia

Farmacovigilancia: garantizando la seguridad de los medicamentos

Los medicamentos, que incluyen a las vacunas, han trasformado la prevención y el tratamiento de las enfermedades a lo largo del tiempo. Además de sus beneficios, pueden tener efectos secundarios, algunos de los cuales pueden ser indeseables o inesperados.

Relación beneficio-riesgo

La farmacovigilancia es la ciencia y las actividades relativas a la detección, evaluación, comprensión y prevención de las reacciones adversas o cualquier otro problema de salud relacionado con medicamentos o vacunas. Esta disciplina busca asegurar que la relación beneficio-riesgo se mantenga favorable a lo largo de todo el ciclo de vida del medicamento, es decir, desde que se autoriza hasta que se retira del mercado o se interrumpe su producción.

Comprende diversas actividades de salud pública orientadas al análisis y la gestión del riesgo, las cuales contribuyen al uso racional de los medicamentos. La identificación, cuantificación y evaluación de riesgos asociados con su uso permiten evitar o minimizar daños a los pacientes, así como adoptar medidas necesarias para garantizar su seguridad.

Para lograr estos objetivos, es imprescindible poner en marcha medidas reguladoras. La farmacovigilancia representa una responsabilidad esencial y continua que recae en fabricantes de medicamentos, profesionales sanitarios y también en los propios consumidores. Todos ellos juegan un papel clave en la vigilancia y el reporte de posibles reacciones adversas.

Preservar la seguridad de los medicamentos durante todo su ciclo de vida, desde los estudios preclínicos hasta su uso en entornos reales, resulta fundamental. Este proceso continuo de detección, seguimiento y prevención de eventos adversos permite identificar alertas de seguridad de manera oportuna.

Además, la farmacovigilancia facilita la contextualización de los datos en la práctica clínica y permite comunicar nuevos riesgos tanto a profesionales de la salud como a los pacientes. Gracias a estas acciones, se asegura que el perfil de seguridad de cada medicamento se mantenga actualizado, lo que contribuye a proteger eficazmente a los usuarios.